4 señales de un ambiente laboral hostil

Tus empleados no tienen por qué ser los mejores amigos, pero sí necesitan una dinámica de trabajo y un ambiente laboral agradable para poder trabajar juntos con eficacia. Por eso es importante que los equipos y departamentos mantengan buenas relaciones laborales. Sin embargo, los casos aislados de acoso laboral y supervisión abusiva pueden convertirse en un problema mayor.

Un ambiente laboral hostil se define como una atmósfera tóxica que incapacita a los empleados de realizar su trabajo, y que en algunos casos no les da otra opción que la de renunciar. Cuando el maltrato constante crea un ambiente de trabajo hostil, las empresas no sólo se arriesgan a una dinámica de trabajo destructiva, sino a tener problemas con la ley.

Tanto si tienes dos como si tienes 200 empleados, es primordial asegurarte de que los empleados tengan una buena relación laboral con la empresa y entre ellos. Sigue leyendo para saber más sobre los signos de un ambiente laboral hostil.

Primeros indicios de un ambiente laboral hostil

Las discusiones, los comentarios imprevistos y los incidentes puntuales no pueden servir de base para una reclamación legal por discriminación. Y sí, por muy grave que sea un incidente aislado, a veces no es suficiente. Sin embargo, las tensiones creadas por un incidente pueden seguir afectando a los empleados y a la empresa. Las cosas pueden incluso empeorar si no se abordan a tiempo.

He aquí algunas señales de alarma a las que deberías prestar atención:

1. Acoso laboral

Los acosadores en el lugar de trabajo suelen producir daño sin dejar de cumplir las normas y políticas de la empresa. En otras palabras, un directivo puede ser duro y degradante con un trabajador siempre que no infrinja las normas de la empresa. Del mismo modo, un acosador puede ser francamente grosero con otro compañero de trabajo sin hacer lo suficiente como para ser denunciado a RRHH.

Mientras ambas partes puedan seguir haciendo su trabajo, los directivos y los departamentos de RRHH no tienen motivos para imponer sanciones o castigos. Dicho esto, el acoso puede causar daños físicos y emocionales. Por ejemplo, insultar a alguien, humillarlo, soltar comentarios sarcásticos, acosarlo en las redes sociales y chocar deliberadamente con él en los pasillos son signos de acoso.

2. Supervisores abusivos

Los supervisores y gerentes no tienen por qué ser amables. De hecho, algunas personas prefieren supervisores estrictos porque hacen el trabajo. Sin embargo, una cosa es ser estricto, intimidante y duro, y otra aprovecharse de una dinámica de poder injusta.

Muchos acosadores en el lugar de trabajo ocupan puestos más altos que sus objetivos. Algunos supervisores abusivos reparten deliberadamente más trabajo, reasignan a un empleado a un lugar de la tienda muy inconveniente o fomentan el acoso y la intimidación. Por desgracia, algunas de estas acciones pueden considerarse incidentes aislados, por lo que no se denuncian con la frecuencia que deberían.

Cuando un superior inicia, tolera y fomenta el acoso, ésta es una de las formas más rápidas en que el acoso laboral se convierte en un ambiente de trabajo hostil. Si un supervisor es el que inicia y tolera el acoso, todos los demás pensarán que el acoso es aceptable.

3. Aislamiento

De nuevo, los empleados y los directivos o supervisores no tienen por qué ser amigos. Sin embargo, si un miembro específico del equipo de trabajo es constantemente dejado de lado, ignorado o humillado en las reuniones y proyectos del equipo, esto es una mala señal. E incluso si el empleado no está siendo intimidado, el aislamiento seguirá afectando a la dinámica del equipo.

4. Discriminación

A diferencia de las demás banderas rojas de esta lista, cualquier acoso o intimidación que tenga su origen en la discriminación es motivo legal para presentar reclamaciones. Sin embargo, los empleados no pueden alegar simplemente que algo es discriminatorio. Si alegan que han sido objeto de un ambiente laboral hostil, tienen que demostrar que la toxicidad se ha producido, que ha ocurrido con frecuencia, que ha afectado a su trabajo y que tiene su origen en la discriminación.

Esto significa también que los comentarios sarcásticos y los incidentes aislados, aunque parezcan discriminatorios, no son motivo suficiente para presentar reclamaciones. Sin embargo, si un empleado recibe comentarios sexistas, insultos raciales, homofobia o cualquier otra acción discriminatoria adversa, es una señal de alarma. Cualquier tolerancia o fomento de este tipo de comportamientos puede arruinar la dinámica del lugar de trabajo, dañar emocionalmente a las víctimas de la discriminación y meter a los empresarios en problemas con la ley.

Cómo afrontar un ambiente laboral hostil

Desgraciadamente, la mayoría de las jurisdicciones exigen un cierto grado de toxicidad, daño físico y emocional, y efectos visibles en la capacidad de trabajo de alguien para que se considere legalmente un ambiente laboral hostil. Además, tiene que haber un elemento de discriminación, lo que diferencia las tensiones habituales en la oficina de las acciones ilegales.

Algunos signos de acoso, aislamiento y supervisión severa no justifican automáticamente la intervención del director general o de RRHH. Y lo que es peor, como los acosadores en el lugar de trabajo intentan no infringir las normas de la empresa, a menudo no basta con imponer castigos justificados a los autores. Además, algunas de estas cuestiones son personales y sólo pueden resolverse fuera del trabajo.

Sin embargo, puedes tomar medidas para prevenir o reducir las tensiones entre los empleados. Puedes hacer lo que hacen muchos empresarios, que es reservar tiempo de la empresa para ejercicios de creación de equipos o celebrar eventos especiales. Es una forma rápida de dar la bienvenida a los nuevos empleados, fomentar las relaciones laborales y reducir la tensión y el estrés. Otras soluciones rápidas son el cambio de oficinas, cubículos, equipos y asignaciones de trabajo para alejar temporalmente a dos partes tensas.

Y lo que es más importante, si la hostilidad está motivada por la discriminación, es hora de mover fichas. No tienes que intervenir en las peleas personales. Sin embargo, tienes que actuar en cuanto se pisotee el derecho legal de alguien.


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